Brasil prevé que la Copa Confederaciones deje 83 millones de euros en turismo

Embratur explica que los turistas extranjeros gastarán 23 millones de euros, mientras que los brasileños elevarán su gasto hasta los 59 millones.
Atardecer en Río de Janeiro (Brasil) | Foto: David Fernández
Atardecer en Río de Janeiro (Brasil) | Foto: David Fernández

MADRID.- El Ministerio de Turismo de Brasil prevé que la Copa Confederaciones active el turismo del país con 241 millones de reales brasileños (83 millones de euros) en ingresos, tomando como referencia el gasto previsto en hoteles, comidas y compras realizado por los visitantes en las seis sedes, según ha informado el departamento ministerial en un comunicado.

El gasto total de los turistas extranjeros a la Copa Confederaciones será de 69 millones de reales brasileños (23,8 millones de euros) y se espera que los turistas brasileños inviertan 172 millones de reales brasileños (59,3 millones de euros) durante los quince días del torneo. En cuanto a las ciudades sedes,  se prevé que Río de Janeiro, Belo Horizonte y Fortaleza sean las que reciban mayor cantidad de extranjeros durante la celebración de este evento deportivo, antesala del Mundial de Fútbol que tendrá lugar en 2014.

En total, se han vendido 13.759 entradas a extranjeros y 111.569 a brasileños. Según Embratur, el organismo que se encarga de promocionar el país, el turista extranjero pasará cerca de diez días en las ciudades. Para esta estimación, los técnicos del Instituto tomaron el precio medio de las tarifas al que sumaron 150 dólares para otros gastos, como comidas, compras y transporte.

La celebración de la Copa Confederaciones no está siendo todo lo pacífica que el Gobierno de Dilma Rousseff desearía. Los ciudadanos de Río de Janeiro y Sao Paulo se han lanzado a la calle para protestar por su calidad de vida. Las manifestaciones, que en Río de Janeiro han llegado a concentrar a 100.000 personas, se iniciaron como protesta contra la subida del precio de los transportes públicos, pero las causas profundas se encuentran en la elevada inflación y escaso crecimiento económico que está registrando el país en los últimos años, lo que empobrece a sus clases medias. Además, estos ciudadanos se quejan de la política de inversiones y turísticas que está realizando Brasil con motivo de la celebración de eventos deportivos como el Mundial de fútbol y los Juegos Olímpicos de 2016.

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