La Consejería de Turismo de Madrid, víctima de la crisis

La crisis se está llevando por delante muchas cosas y entre ellas la Consejería de Turismo de la Comunidad de Madrid. Al frente de la misma Santiago Fisas ha hecho un buen trabajo, consiguiendo elevar la cifra de turistas extranjeros que llegaban a la región en los últimos meses de 2008. Uno de los postreros proyectos de esta consejería era el posicionamiento de Madrid como ciudad de negocios y compras.

Ahora las competencias de Turismo serán asumidas por el vicepresidente Ignacio González. Nos parece un mal destino para los temas turísticos, tan relacionados con la economía, y que bien podrían encajar en la Consejería de Economía y Hacienda, desempeñada por Antonio Beteta. No en vano, en todo 2008 los turistas extranjeros se dejaron en Madrid 4.831 millones de euros, un 2,1% más que en el ejercicio precedente. Madrid es la quinta comunidad por ingresos turísticos foráneos de toda España. Por su lado, los turistas que llegaron a la región en el mismo año fueron 4,64 millones, un 4,9% más.

Y es que pensamos que la desaparición de la Consejería de Cultura y Turismo, como tal, es un error de Aguirre. La actividad turística en una comunidad como Madrid, que cuenta con el primer aeropuerto del Estado y con la sede de las principales empresas nacionales y multinacionales, debe contar con un órgano autónomo especializado en políticas turísticas. Los últimos resultados del turismo regional avalan esta opinión. Sin una consejería en toda regla no se podrían haber conseguido, ya que estas políticas se habrían difuminado en las exigencias generales de otros departamentos.

Salvando las distancias, este caso es comparable a la inexistencia de una Secretaría de Estado de Turismo dentro del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio hasta que llegó Miguel Sebastián al mismo. Tras su creación, los convenios, iniciativas y la interlocución con el sector han abundado y han reportado buenos frutos en la mayoría de los casos.

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