MADRID.- El último Consejo de Ministros del Gobierno español, celebrado el 2 de agosto, trató diversos temas, ya que hasta después de las vacaciones veraniegas no habrá otra reunión del Ejecutivo. Entre los asuntos despachados destaca el interés del Ministerio de Fomento, que dirige Ana Pastor, por incrementar la seguridad en los campos de la aviación y el ferroviario, tras el accidente del tren Alvia que cubría la ruta Madrid-Ferrol. Por ello, el Consejo de Ministros tuvo conocimiento de dos medidas para aumentar la seguridad en ambas áreas.
En lo que respecta a los ferrocarriles, la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) elevó una serie de recomendaciones a la Dirección General de Ferrocarriles del Ministerio de Fomento. El Gobierno las ha hecho suyas y ha empezado a implementarlas tras el accidente de Santiago de Compostela en el que murieron 79 personas. Así, la CIAF recomienda que las reducciones de velocidad entre estaciones, a partir de un cierto rango, estén señalizadas en la vía. De otro lado, la Comisión también pide que las balizas ASFA (sistema para el control de la circulación en la vía) que se implanten permitan el frenado automático del tren en el caso de que no se obedezcan sus indicaciones.
Ambas recomendaciones tienen mucho que ver con el accidente de Santiago, puesto que en el tramo en que ocurrió el siniestro el conductor debía haber disminuido su velocidad con anterioridad a su llegada, ya que se lo indicaba el plan de viaje. Además, las balizas ASFA le avisaron de la nueva velocidad, pero no frenaron el tren al ver que el maquinista no cumplía esta indicación.
Por otro lado, Adif (gestor de infraestructuras ferroviarias, como vías y estaciones) ha empezado a revisar sus protocolos de seguridad y a incluir en los tramos parecidos al del accidente de santiago nuevas reducciones de velocidad y balizas. En la curva de entrada a Santiago donde se produje el siniestro se ha reducido la velocidad a 30 km/h y con anterioridad hay señales y balizas de reducción a 60 km/h y 160 km/h. Renfe también ha comenzado a revisar los protocolos de comunicación entre conductores y el resto de personal de la compañía. Como se recordará, el maquinista del Alvia siniestrado había comunicado por teléfono segundos antes del accidente con el interventor que viajaba en el tren.
Aunque Adif, Renfe y Fomento, en las personas de la ministra y los presidentes de ambas empresas públicas, descargaron toda la responsabilidad del accidente sobre el conductor del tren, la adopción de estas medidas, que se podían haber implentado antes, indican que parte de esta responsabilidad también recae sobre los gestores del transporte y las infraestructuras. Todos los responsables políticos comparecerán ante el Congreso de los Diputados entre el 8 y el 9 de agosto.
Asistencia a víctimas de accidentes aéreos
Por otro lado, el Consejo de Ministros aprobó un real decreto para regular la atención que deben recibir las víctimas y familiares de víctimas de un accidente de avión. Por primera vez se obliga a que las autoridades de protección civil regionales contemplen el accidente de aviación como un peligro potencial, lo que permitirá tratarlo de forma unitaria en toda España. También se crea la figura de una persona de contacto para víctimas y familias, con el objetivo de atender e informar a las mismas.
También se crea un espacio privado, donde se encontrará esta persona de contacto, para atender a las víctimas, donde se les proporcionará asistencia psicológica y de otro tipo. También se informará sobre las causas técnicas del accidente, la disponibilidad de líneas telefónicas gratuitas, transporte, alojamiento manutención, protección de la intimidad e información sobre los derechos económicos.
