MADRID.- Meliá Hotels sigue con su estrategia de vender algunos de sus hoteles más significativos y mantener la gestión de los mismos. El objetivo es hacer caja para reducir deuda y minimizar su exposición al sector inmobiliario, centrándose en la gestión hotelera, el corazón de su negocio. La hotelera mallorquina ha anunciado, mediante un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la venta del hotel ME Cancún, ubicado en uno de los principales destinos vacacionales del Caribe mexicano. La operación se ha cerrado por 61,2 millones de euros y generará una plusvalía aproximada de 26,4 millones de euros.
Según la compañía, el impacto de esta operación se registrará en los resultados del segundo trimestre de 2012. Aunque lo vende, Meliá seguirá explotando el establecimiento bajo un contrato de gestión, manteniendo los mismos estándares de calidad que hasta ahora le han identificado.
El ME Cancún cuenta con más de 400 habitaciones y anteriormente se conocía como Meliá Turquesa. El ME Cancún fue renovado en 2007 y relanzado bajo la marca de lujo de la compañía.
En los últimos meses, Meliá ha vendido el Hotel Sol Teneirfe, por 49 millones de euros, y el Tryp Blanche Fontaine, por 12 millones. La idea de la cadena presidida por Sebastián Escarrer es la de vender alojamientos por valor de 100 millones en todo 2012.
