Buena e incierta perspectiva para el negocio hotelero

La patronal hotelera confirma el cambio de tendencia en la opinión que los empresarios del alojamiento tienen de la marcha del negocio y la economía. La reactivación de los viajes de los españoles ha sido clave, pero aún existen retos y puntos oscuros.
Juan Molas, presidente de CEHAT, segundo por la derecha | Foto: CEHAT
Juan Molas, presidente de CEHAT, segundo por la derecha | Foto: CEHAT
Juan Molas, presidente de CEHAT, segundo por la derecha | Foto: CEHAT
Juan Molas, presidente de CEHAT, segundo por la derecha | Foto: CEHAT

MADRID.- El turista ha modificado sus hábitos de viaje en los últimos años. Hoy se reserva con semanas o días de antelación un alojamiento, una tendencia que se ha agudizado tras la crisis financiera mundial y que hace muy difícil preveer ocupaciones y cifras de negocio. Los hoteleros españoles auguran una buena temporada de invierno, hasta el mes de marzo de 2015, pero no se atreven a dar previsiones más allá de esa fecha. En general, el sector hotelero español prevé que las pernoctaciones, el número de plazas, la estancia, el precio, la promoción y la rentabilidad se mantengan con respecto a la temporada invernal del año pasado, según el Observatorio de la Industria confeccionado por la consultora PwC para la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT). Aunque puede parecer una opinión de estancamiento, la realidad es que en años anteriores la idea generalizada era que el negocio seguiría bajando, por lo que se rompe la tendencia. Este cambio de opinión en los hoteleros se debe a la reactivación de la demanda española: parece que los viajeros nacionales se animan definitivamente a desplazarse por España.

Joan Molas, presidente de CEHAT, ha referido que España puede acabar 2014 con la recepción de 63 millones de turistas, lo que será un hito en la historia de las cifras turísticas del país mediterráneo. No obstante, el sector turístico se enfrenta a desafíos como la pérdida de competitividad frente a otros destinos mediterráneos, el descenso en el ingreso medio por turista, la precariedad de los nuevos trabajos y la competencia de alternativas en alojamiento y transporte. Uno de los temas que más preocupan a los hoteleros es el de la competencia que suponen las viviendas turísticas, que viven un auge gracias a portales como Airbnb y que, en la mayoría de los casos, no cumplen la normativa tan estricta que atenaza a los hoteles. Molas ha asegurado que la permisividad con las mismas “es un escándalo” y ha delizado que la Confederación se está planteando presentar una demanda ante la Justicia para paralizar la comercialización de las mismas. En las últimas semanas, la Asociación Madrileña del Taxi ha conseguido que un juzgado mercantil de Madrid prohiba, de forma cautelar, que Uber preste sus servicios de intermediación en toda España entre viajeros y chóferes privados. CEHAT podría pedir algo similar.

En cualquier caso, Molas ha dado una visión muy optimista de la situación basándose en diferentes estadísticas. Incrementos de ventas en los turoperadores alemanes, que es uno de los principales mercados para España, creación de empleo, la caída de los precios del petróleo, la devaluación del euro frente al dólar y unos tipos de interés bajos. Por ello, las previsiones para destinos como Canarias son buenas en los meses de febrero y marzo, con ocupaciones en los hoteles que rozan el 90%, al igual que en Benidorm y en otros destinos de playa con una alta dependencia del turista extranjero.

Molas también ha aprovechado para agradecer los esfuerzos de promoción que está llevando a cabo la Secretaría de Estado de Turismo, desde la que se ha lanzado una campaña publicitaria para revitalizar la demanda de destinos nacionales. El presidente de CEHAT ha comentado que desde el organismo que dirige Isabel Borrego “han perdido parte de la sordera”, aunque al Gobierno le pieden que cumpla su promesa de reducir el IVA al sector del alojamiento. El Ejecutivo de Mariano Rajoy (Partido Popular) ganó las elecciones generales de 2011 con la promesa de rebajar los impuestos al sector turístico, pero cuando revisó las cuentas del Estado se dio cuenta de que era difícil cumplir este compromiso si se quería reducir el déficit. Hay que tener en cuenta que la actividad turística es una de las que genera mayor recaudación, sobre todo por la venta de noches de hotel, comidas y comercios asociados al mismo.

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