MADRID.- Tras casi tres años de legislatura, el Gobierno ha decidido prestar atención al sector del turismo rural para intentar poner algo de orden, dentro de sus competencias, y potenciar un negocio que puede ser muy benficioso para España. José Manuel Soria, ministro de Industria, Energía y Turismo (en la foto), ha presentado el Plan Integral de Turismo Rural 2014, donde se prevén 187 actuaciones de promoción y apoyo a la comercialización en 17 mercados, dentro de Europa y Latinoamérica. Además, para activar la demanda de este sector, muy dependiente del turista nacional, el Gobierno pondrá en marcha una campaña publicitaria online en Reino Unido, Alemania y Francia.
El objetivo del departamento que dirige Soria con este plan (el primero que se pone en marcha desde el Gobierno central en años de existencia de turismo rural en España) es estructurar este producto para facilitar su comercialización, mejorar el posicionamiento de España e incrementar la demanda internacional. Una parte importante de la estrategia será la categorización de las casas y alojamientos rurales a través de estrellas verdes, logotipo que se ha adoptado, a semejanza de las estrellas de los hoteles, para que el cliente sepa de un vistazo la calidad del establecimiento en el que pernocta.
Sin embargo, como en otros temas turísticos, el Gobierno español no puede imponer el uso de este logotipo a las diferentes comunidades autónomas, puesto que el turismo es una competencia autonómica. Cataluña, que es la región más potente en turismo rural, ya ha dicho que no aplicará esta clasificación de calidades. No obstante, el resto de regiones implicadas sí dieron su visto bueno a una medida que ayudará a vender mejor el producto a un consumidor internacional, que prefiere la homogeneidad a la hora de informarse.
Por otro lado, el uso del entorno natural español será otra de la sbazas del plan. España cuenta con 15 millones de hectáreas protegidas, equivalentes al 30% de la superficie total del país, para lo que se ha pensado en un plan de acción de ecoturismo en la Red de Parques Nacionales y en los Paradores Nacionales, para crear una oferta de ecoturismo diferenciada y con proyección internacional. A este respecto, el Gobierno español ha enviado al Congreso de los Diputados el proyecto de ley de Parques Nacionales, norma que permitirá el desarrollo de actividades privadas en estos entornos protegidos y que puede beneficiar al turismo rural, sobre todo a las empresas de turismo activo, como equitación o deporte.
El turismo rural español representa una mínima parte del turismo en el país, aunque cuenta con un potencial que no ha sido explotado por los diferentes gobiernos y comunidades autónomas. La realidad es que España cuenta con unos recursos naturales y culturales como para incrementar exponencialmente los 6,9 millones de pernoctaciones que se registraron en alojamientos rurales en 2013, según datos del Instituto Nacional de Estadística (frente a las 286 millones de noches de los hoteles nacionales). Está claro que una casa rural no es un hotel, ni por tamaño, ni por el producto que vende ni por la forma de gestionarse, pero también es verdad que se puede superar una ocupación media para el sector del 13% de sus habitaciones.
Los datos del INE cifran en 15.044 el número de alojamientos rurales abiertos en España, lo que arroja 139.266 plazas y una media de 21.474 trabajadores, muchos de ellos autónomos (los mismos propietarios de la casa). Al sector le falta apoyo institucional, pero también profesionalización.
