MADRID.- El Centro Niemeyer, uno de los emblemas de la localidad asturiana de Avilés, perderá su actividad dentro de unas semanas por el desacuerdo político en su gestión. Ni la cultura es capaz de poner de acuerdo a las autoridades políticas para mantener vivo un complejo que se inauguró el pasado mes de marzo y que pretendía ser el estandarte de la imagen de Asturias en el mundo, así como un puente de conexión entre la cultura española y la iberoamericana.
En erigir el Niemeyer se han invertido cerca de 42 millones de euros desde el año 2008, cuando se inició su construcción. Las desavenencias se han producido entre el Foro de Asturias, partido que gobierna en la comunidad desde la pasadas elecciones, y el ayuntamiento de Avilés, gobernado por el PSOE, debido a las cuentas del centro y al reparto de poder en el mismo. Hasta el próximo 15 de diciembre, la gestión del Centro Niemeyer estaba cedida al Ayuntamiento de Avilés por el Gobierno de la comunidad autónoma, propietaria del edificio.
Hace unas semanas, desde el Gobierno del Principado se denunció que las cuentas de gestión del Niemeyer no eran claras, hecho que desató la polémica y el desencuentro, que debía haberse fraguado con anterioridad, ya que el calendario de actos, representaciones y exposiciones del centro aparece vacío para los próximos meses. Foro de Asturias, presidido por Francisco Álvarez-Cascos (entiguo miembro del Partido Popular), quiere más control público, para lo que pide aumentar su número de representantes en el patronato. De momento, el número de patronos depende de la aportación económica y son tres los que operan en la actualidad.
Independientemente de los problemas, quienes pierden son los ciudadanos y la propia ciudad de Avilés. Los primeros ya han salido a la calle para reclamar que el centro no se cierre en las próximas semanas y siga la actividad. Natalio Grueso, actual director del Niemeyer, no se ha pronunciado, cosa que hará esta semana tras la finalización de la representación de Ricardo III, obra interpretada por el actor Kevin Spacey y dirigida por Sam Mendes.
El arquitecto brasileño Oscar Niemeyer es el artífice del centro que lleva su nombre y que decidió donar a la ciudad de Avilés. La idea del recinto es la de servir como aglutinador de todas las ramas del arte, desde el teatro hasta la música, así como suponer un enlace cultural entre Europa e Iberoamérica. El conjunto está formado por tres edificios principales: la zona de administración y recepción, que cuenta con cafeterías, biblioteca o sala de proyecciones; el edificio de exposiciones, donde tendrán lugar las muestras artísticas; y el auditorio que se puede abrir a la plaza exterior del recinto.
Reivindicación ciudadana
Cerca de 3.000 personas se han manifestado en el Centro durante el domingo 2 de octubre para reclamar una solución. La manifestación partió de la plaza de Santiago López y discurrió sin incidentes hasta el equipamiento cultural encabezada por dos grandes pancartas con el lema “Yo apoyo Centro Niemeyer” portadas por representantes del movimiento vecinal y de los comerciantes locales, que habían promovido la movilización.
Como siempre, si no lo gobierno yo no vale.
Si no es así no puedo colocar a los amiguetes de turno, que, claro, luego tienen unos sueldazos del carajo.
Bochornoso que cazafaisanes Borracho y de bragueta fácil cierre el centro Niemeyer, el cual tuve el placer de visitar el Agosto pasado, un referente Nacinal en arquitectura y regeneración de espacios industriales decadentes…
El centro Niemeyer es para Avilés, lo que el Guggenheim a Bilbao.
Es indignante que políticos y burocracia puedan con algo tan majestuoso como son las creaciones del centenario Oscar Niemeyer… Ojalá no se de el caso y podáis seguir disfrutando de ese maravilloso regalo que nos ha dejado Oscar en la Península