MADRID.- República Checa está viviendo sus peores inundaciones desde hace diez años. Las mismas han provocado la muerte de al menos cinco personas y la evacuación de otras 2.700, amenazando el centro histórico de Praga, la capital, y obligando a cerrar colegios y a interrumpir el transporte público, según informan diversas agencias. Además, los soldados checos han levantado barreras de metal y han apilado sacos de arena para proteger el casco histórico de Praga de inundaciones. Las fuertes lluvias que se han producido durante la última semana han desbordado varios ríos.
En Praga se ha limitado el transporte público y se han cerrado estaciones de metro mientras el agua del río Moldava inundaba partes de la ciudad vieja. Las inundaciones en el centro de la ciudad ponen en peligro la zona histórica, que es patrimonio de la UNESCO e incluye edificios, iglesias y monumentos bien conservados, muchos de los cuales datan del siglo XIV, entre ellos el puente de Carlos que cruza el río Moldava.
Por otro lado, la crecida de los ríos ha obligado a las autoridades a realizar evacuaciones, cerrar autovías y líneas férreas en el oeste y sur de Bohemia. No es la primera vez que República Checa sufre con inundaciones, ya que en 2002 se repitió un episodio parecido, con la muerte de 17 personas, decenas de miles de evacuados y varios millones de dólares en daños en Praga. Petr Necas, primer ministro de República Checa, ha declarado este domingo el estado de emergencia en gran parte del país tras el desborde de los principales ríos y se ha comprometido a habilitar una línea de 300 millones de coronas (11.605 millones de euros) para las actividades de socorro.
