Uruguay: playas, gauchos y política real

Este pequeño país latinoamericano, con una superficie cinco veces menor que España, es uno de los destinos a tener en cuenta en 2014. La forma particular en que afronta la política es uno de sus atractivos, además de sus playas y naturaleza interior.
José Mujica, presidente de Uruguay | Foto: Presidencia de Uruguay
José Mujica, presidente de Uruguay | Foto: Presidencia de Uruguay

MADRID.- Uruguay es un destino a vigilar en 2014. El pequeño país latinoamericano, vecino de Argentina y Brasil, ha venido haciendo ruido durante 2013, sobre todo el países como España, donde ve uno de sus mercados potenciales por los lazos históricos y culturales que existen entre ambos países. Uno de los atractivos principales de Uruguay, desde el punto de vista turístico, son sus playas y el estilo de vida de sus habitantes, muy similar al de sus vecinos. Pero en realidad estos no dejan de ser tópicos, ya que este pequeño país, gobernado en la actualidad por José Mujica, también ofrece la posibilidad de disfrutar del campo, una de sus actividades productivas principales, conviviendo con gauchos, el nombre que reciben los ganaderos. Practicar surf en sus playas o disfrutar de sus fiestas tradicionales son otras opciones.

Sin embargo, para la media de América Latina, Uruguay es un país relativamente caro. Su ingreso per cápita es de 13.580 dólares anuales de media, según los datos del año 2012 ofrecidos por el Banco Mundial, lo que le sitúa por encima del ingreso medio en el continente, que es de 8.981 dólares anuales. En función de la localización de Uruguay que elijamos los precios pueden variar, sobre todo en aquellos bienes que son de importación porque el propio país no los produce. Otros indicadores nos pueden ayudar a hacernos una idea de Uruguay: cuenta con una extensión de 176.215 kilómetros cuadrados (más o menos como las comunidades españolas de Castilla y León y Castilla-La Mancha juntas) y unos 3,28 millones de habitantes. Su PIB en 2012 ascendió a 49.920 millones de dólares (el PIB de España es de 1,3 billones de dólares).

La publicación anglosajona The Economist ha nombrado a Uruguay como país del año. No es de extrañar, puesto que en el mismo se han producido cambios políticos significativos desde la llegada de Mujica al poder. Una de las últimas medidas del presidente ha sido la de legalizar el consumo del cannabis (o marihuana) con la idea de luchar contra las mafias que lo gestionan y dedicar los ingresos por impuestos asociados a la venta de esta droga para inversiones sanitarias. Mujica, que ha reconocido que la ley que aprueba estas medidas es un “experimento”, ha explicado que la política de persecución de la droga no da resultados, promoviendo su clandestinidad y que grandes grupos criminales la controlen. Por contra, legalizando su consumo y venta el Estado consigue un control efectivo de la misma, y de su calidad, arrebatándole el negocio a las mafias.

La otra medida que ha suscitado una sana polémica dentro del propio país es la legalización de los matrimonios entre parejas del mismo sexo, lo que convierte a Uruguay en un destino de turismo gay que le abre nuevas posibilidades con este tipo de cliente. Y, por último, la legalización del aborto (un tema muy perseguido en América Latina), que también ha provocado sus quebraderos de cabeza a Mujica. El presidente no es partidario del aborto, pero como buen político (y diferente, sólo hay que oírle) ha sabido escuchar las reclamaciones de buena parte del pueblo uruguallo, que solicitaba la legalización.

En definitiva, un pequeño país eclipsado por la monumentalidad de Argentina (otro aliciente, ya que desde Montevideo, capital de Uruguay, se puede visitar Buenos Aires) y Brasil había sido eclipsado, pero que dará mucho que hablar en 2014.

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