MADRID.- Ryanair ha comunicado recientemente resultados millonarios que se deben, en buena medida a sus precios bajos. Sin embargo, estas tarifas reducidas se consiguen gracias a los acuerdos que la aerolínea firma con determinadas entidades de promoción, que subvencionan una parte de los costes de la aerolínea. Cuando estas subvenciones se cortan, Ryanair elimina aquellas rutas que son deficitarias, como ha ocurrido este año en el aeropuerto de Gerona.
Ahora también le ha tocado el turno al aeródromo de Reus, donde la compañía ha suprimido todos sus vuelos desde el 6 de noviembre. De esta forma, el aeropuerto de la provincia de Tarragona se queda sin operaciones, ya que Ryanair es la única aerolínea comercial que trabajaba en el mismo. El corte de los vuelos también conlleva el despido de 88 trabajadores directos y 300 indirectos, según los sindicatos. En teoría, Ryanair debe volver en marzo, cuando se inicie la temporada de verano y las rutas que opera sean rentables.
Por su parte, la Generalitat mantendrá vigente el convenio firmado con la compañía de bajo coste Ryanair mientras ésta opere la mitad de los vuelos previstos en el contrato, aunque le pagará según el número de operaciones, y dedicará los 3,5 millones de euros anuales que recibía la aerolínea irlandesa a intentar buscar nuevos clientes. Por otro lado, AENA asegura que negocia con 13 aerolíneas la sustitución de Ryanair, que pide más de los 3,5 millones anuales que ya percibe. La empresa pública se está centrando en alguna gran aerolínea rusa por la pujanza mostrada este año por el turismo de este país en la Costa Dorada.
De esta manera, Reus se quedará hasta marzo de 2012 con vuelos privados, el Aeroclub de Reus, el Centro de Estudios Superiores de la Aviación (Cesda) o la base que Salvamento Marítimo posee en el aeródromo, pero sin vuelos comerciales. El año pasado, la situación de este aeropuerto regional ya había decaído con respecto a ejercicios anteriores: con 9 destinos, 28 rutas y 54 operaciones semanales, un 11% menos que en 2009.
Una marcha, la de Ryanair, que dejará a la Costa Dorada sin 75.000 pasajeros que habitualmente se desplazaban a esta zona en avión. La cercanía del Aeropuerto de El-Prat, en el que también opera Ryanair, y la negativa de la Generalitat a destinar más dinero público a la compañía de bajo coste han llevado a esta situación. Queda claro que depender del dinero público, finito en las actuales situaciones, no es la mejor manera de estimular el turismo.
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