Cada vez se ven con más frecuencia en el centro de las grandes ciudades: son pequeños coches que funcionan con electricidad y que sirven para realizar desplazamientos cortos. Orazio Corva, location manager de Car2go (propiedad del fabricante Daimlier) en Madrid, explica en el programa De Primera (sábados a las 18 horas en Radio Intereconomía) que “los grandes fabricantes de vehículos contemplan que el 30% de sus vehículos serán eléctricos en los próximos años” y recuerda que muchas petroleras se están introduciendo en el mercado eléctrico.
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Los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) no dejan lugar a dudas: en los cuatro primeros meses de 2018 se han matriculado un 45% más de vehículos elétricos (turismos, cuadriciclos, vehículos comerciales y autobuses) que en el mismo periodo del ejercicio anterior.
Pero el coche eléctrico funciona con electricidad y España es uno de los países europeos donde más cara se paga la luz. ¿Es rentable usar coches eléctricos? Corva lo tiene claro y asegura que “la gasolina es más cara, por lo que los mismos kilómetros realizados con un coche eléctrico suponen un ahorro de uno sobre diez”.
En Europa, la red de carreteras dispone, cada pocos kilómetros, de una estación de gasolina. No sucede lo mismo con el coche eléctrico, que cuenta con pocas zonas de recarga. Al respecto, Orazio Corva considera que “las administraciones públicas tienen que comprometerse con el desarrollo de infraestructuras que sean suficientes para hacer que funcione una movilidad eléctrica”. Quien cuenta con plaza de garaje puede cargar su vehículo eléctrico, ya que existen dispositivos que lo permiten. Pero para quienes estacionan su coche en la calle, la recarga es una cuestión más complicada.
“El primer reto es conseguir un desarrollo de la movilidad eléctrica en las ciudades”, reconoce el responsable de Car2go en Madrid. Que el coche eléctrico llegue a contar con una autonomía de cientos de kilómetros dependerá de los desarrollos tecnológicos, pero será una de las claves para su definitiva adopción. Corva considera que “primero debemos centrarnos en que la movilidad sea normal y posible en el ámbito urbano”.
