Guía del Madrid mágico, de Clara Tahoces

Madrid es una ciudad con posibilidades desconocidas, incluso para los que viven en ella o la transitan cada día para trabajar. Es una capital peculiar, que sigue conservando el aire a ciudad de pueblo en algunas de sus calles, sobre todo las del centro más antiguo, mientras que a medida que se sale al exterior nos encontramos con un municipio más convencional. Y debajo de toda esta mezcolanza corre una historia apasionante que ha dado origen a leyendas y misterios. De ello trata Guía del Madrid mágico, un libro de la periodista Clara Tahoces, especializada en información sobre temas esotéricos, que no es reciente (su primera edición fue en 1998), pero que la editorial Cúpula (grupo Planeta) vuelve a reeditar. No es la única guía de este estilo, aunque sí es de las más trabajadas y documentadas.

El libro se divide en zonas donde se analizan diversos edificios o calles que tienen un pasado singular. Antes de eso, Tahoces realiza una introducción histórica sobre Madrid, recordando los orígenes prehistóricos de los primeros asentamientos en las orillas del río Manzanares y su papel como atalaya privilegiada durante la dominación árabe y la Reconquista. El rey Felipe II instituyó la capital del reino en Madrid en el año 1561 y desde entonces el desarrollo de la ciudad fue imparable, aunque ha tenido sobresaltos en estos casi quinientos años.

Prácticamente no hay zona de Madrid que no tenga una historia concreta, una leyenda o un caso misterioso documentado (aunque no demostrado, claro). Las más interesantes se encuentran en pleno centro, como la Casa de las Siete Chimeneas y sus espíritus, el Palacio de Linares (hoy Casa de América) o la diosa Cibeles, tan reconocida por las celebraciones futbolísticas que tienen lugar en la misma. Mención especial merece el barrio de Lavapiés, zona de asentamiento de árabes y judíos en el Madrid medieval, que sirve a la autora para hacer un breve repaso por esta historia poco conocida. O la basílica de Atocha, que guarda una de las pocas vírgenes negras de la que se tiene constancia desde época visigoda, con una historia a sus espaldas bastante milagrosa.

San Isidro es el santo protector de la capital, famosas son sus fiestas, pero pocos saben que su cuerpo incorrupto se conserva en la iglesia del mismo nombre, en la esquina de la calle Toledo con la calle Colegiata. Como todos los santos, antes de ser fraile, Isidro fue concinero. El santo se casó con la que después sería santa María de la Cabeza y en vida obró varios milagros que producirían su canonización. Los hechos milagrosos y la existencia de san Isidro están documentados, aunque la veracidad de los milagros es difícil de demostrar. En cualquier caso, la iglesia de San Isidro nos da pie a recordar la cantidad de templos cristianos que preñan las calles de Madrid.

Y así, Tahoces sigue realizando un recorrido por la capital, desmenuzando las historias (reales o legendarias) de zonas como el Palacio Real, la cuesta de la Vega y los restos de la muralla árabe que allí se conservan; la procedencia del mote “gato” que se achaca a los madrileños nacidos en la ciudad; el edificio del Tribunal de la Inquisición, hoy Museo de Historia municipal; el Museo Geológico o la Puerta del Sol. El libro se completa con algunos lugares mágicos de la Comunidad de Madrid, como San Lorenzo de El Escorial, San Martín de Valdeiglesias, Leganés o Majadahonda, entre otros.

Una forma diferente de visitar Madrid, fuera de los recorridos turísticos tradicionales que se empeñan en empaquetar la ciudad en envoltorios simplistas, con la Historia y la leyenda como telón de fondo. A favor de este libro se encuentra su fácil lectura y la curiosidad que despierta en el lector por visitar y profundizar en los lugares tratados. Además, la documentación es cuantiosa, desde obras históricas sobre Madrid, como la de Mesonero Romanos, hasta diferentes artículos periodísticos y libros científicos. En contra se puede decir que algunos pasajes han quedado desactualizados, con referencia a hechos sucedidos a finales de los años noventa del siglo pasado y a los que seguro se podrían haber añadido nuevos datos.