La agonía de Francia, de Manuel Chaves Nogales

En 2015 se cumplen 70 años del fin de la II Guerra Mundial, un agujero negro en la historia de Europa, pero que ayudó a fortalecer la democracia e iniciar la creación del estado del bienestar, entre otras cosas. Se editarán muchos libros sobre el conflicto con nuevas investigaciones y descubrimientos, pero volver a los clásicos es una tarea básica para comprender las entrañas de esta catástrofe. Uno de ellos es La agonía de Francia (editorial Libros del Asteroide), del periodista español Manuel Chaves Nogales. La versión simple, e interesada, siempre ha presentado a Francia como una de las partes más sufridoras en el segundo conflicto mundial que vio el siglo XX. Sin embargo, Chaves Nogales se dedica en su libro a desmitificar esta idea y a mostrar que este sufrimiento fue consecuencia del verdadero papel del país galo en los inicios de la contienda.

Para empezar, decir que este nuevo libro de Chaves Nogales se lee de corrido, con una prosa incisiva, irónica y periodística, que son marca del escritor sevillano. El periodista, que durante la guerra civil española se exilió a Francia, pasó varios años en el país vecino, hasta que las tropas alemanas invadieron el mismo en 1940 e impusieron el régimen títere de Vichy. Por esa experiencia en primera persona, Chaves Nogales es capaz de realizar una crítica demoledora, y también polémica, sobre el papel anodino y despreocupado de Francia para frenar a Adolf Hitler y evitar el conflicto mundial que se produjo a partir de 1939.

La imagen de la Francia demócrata, baluarte de las libertades nacidas de la Revolución francesa de 1789 y de los convulsos años del siglo XIX, no existe para Chaves Nogales. Al contrario, el periodista retrata una sociedad francesa apocada, dividida por las ideologias dominantes en el primer tercio del siglo XX: fascismos, demócratas y comunistas. Todas ellas irreconciliables entre sí y que llevaban al país a la ingobernabilidad. Unos franceses, desde el pueblo hasta los propios gobernantes, que no se creían su sistema político ni las instituciones democráticas que debían servir para perpetuarlo y mejorarlo. Un Estado Mayor francés anticuado, involucionista y hasta conspirador. En definitiva, una sociedad enferma frente al trance de una Alemania hipnotizada por Hitler que se creía invencible en su idea de expandir el fascismo por Europa.

Debe quedar claro: Chaves Nogales pinta la imagen de una Francia derrotada y derrotista, nada heróica. Quizá por eso, su documento tenga un valor más excepcional. Y no es una narración basada en la envidia o en el rencor. Al contrario, como buen periodista, Chaves Nogales fundamenta sus conclusiones en entrevistas, informes y otra variedad de fuentes. El escritor hace lo que tienen que hacer los periodistas: explicar los antecedentes para comprender los hechos.

Queremos hacer una mención a la labor de Libros del Asteroide en la recuperación tan cuidada de los escritos de Chaves Nogales. Un acierto, ya que se trata de un autor desconocido para el gran público, algo imperdonable al ser uno de los mejores periodistas que dio la profesión española a inicios del siglo XX. Murió muy joven en Londres, en el exilio, pero dejó escritos imprescindibles como La vuelta a Europa en avión, A sangre y fuego, o Juan Belmonte.