Rusia valora eximir de visado a los turistas extranjeros durante tres días

MADRID.- Los visados y las fronteras son algunos de los impedimentos para viajar libre. Los ciudadanos de la Unión Europea disfrutan de las ventajas de estar eximidos de ambos, pero cuando se sale fuera de sus fronteras se enfrentan con una cruda realidad. Para agilizar el turismo y fomentar la llegada de visitantes, Rusia tiene previsto aprobar una ley por la que todos los viajeros que lleguen al país a través de tren no necesitarán visado para fines turísticos. La medida se extenderá durante tres días y, con posterioridad, será necesario contar con el visado para continuar en Rusia y visitar ciudades como Moscú.

Esta iniciativa no es nueva, ya que en 2009 el país del Este aprobó una legislación similar, según el diario Rossiiskaya Gazeta, pero dirigida a los viajeros que llegan a través de barco a algún puerto ruso. Los buenos resultados de esta primera legislación, que ha permitido incrementar los visitantes en puertos como el de San Petersburgo, han llevado al Gobierno ruso, presidido por Dimitri Medvédev, ha proponer la nueva norma. Hace unas semanas, el Parlamento ruso también dio lectura a otro proyecto de ley para aplicar la exención de visado por tres días a los viajeros que lleguen a través de los aeropuertos internacionales de la federación.

Si ambos proyectos se aprueban como normas legales, Rusia estará cumpliendo una de las recomendaciones de la Organización Mundial del Turismo: la retirada de los visados para turistas, una medida que la OMT propungna como forma de mejorar los intercambios culturales y, sobre todo, la economía de los países que la adoptan. La medida de flexibilización para los ferrocarriles es importante, ya que el país euroasiático cuenta con conexiones ferroviarias a los principales países europeos, como Polonia, Alemania, a lo que suman las conexiones con otros países asiáticos.

La OMT calcula que relajar los visados turísticos en los 20 países más ricos del mundo generaría hasta 5 millones de nuevos trabajos, se incrementaría en 122 millones el número de viajeros en todo el mundo (ya se han superado los 1.000 millones de turistas anuales) y se generarían ingresos adicionales por turismo de 161.400 millones de euros.