Frenazo en los ingresos turísticos de España hasta febrero

MADRID.- Los ingresos que España ha recibido por turismo se han frenado en los dos primeros meses del año, según los datos de la Balanza de Pagos, elaborada por el Banco de España. Así, el dinero que los turistas extranjeros han traído al país alcanza los 4.924,3 millones de euros hasta el segundo mes del año, un 0,38% menos que hace un año. Por su lado, los gastos de los españoles en sus viajes al exterior se han situado en 1.626,4 millones de euros hasta febrero, un 2,29% menos. En total, el superávit (diferencia positiva entre ambas magnitudes que supone un ahorro) ha sido 3.297,9 millones de euros en los dos primeros meses, un 0,5% más.

Más allá de los grandes datos, lo que se desprende de estas cifras es que la afluencia turística ha empezado a resentirse en España. Los datos oficiales apuntan a que nuestro país perderá visitantes extranjeros en el primer semestre de 2013. Ello conllevará un descenso de los ingresos en ese periodo. La temporada de verano será determinante en este ejercicio para que las empresas del sector sigan generando empleo, ya que será entre los meses de julio a septiembre cuando se concentre el grueso de turistas.

El descenso de ingresos en los dos primeros meses del año es consecuencia de la reducción de turistas, ya que hasta febrero su número descendió un 1,3%. En marzo esta entrada se ha elevado como consecuencia de la celebración de la Semana Santa, pero todo apunta a que el número de turistas no ha superado al de 2012. Habrá que esperar a los datos de abril para poder comparar ambas temporadas, ya que fue en este mes cuando se celebró la festividad en 2012.

Además de la caída de turistas a nuestro país, estas cifras también son consecuencia del modelo turístico español, muy basado en el sol y playa, un producto de difícil encaje durante los meses de invierno. Diversas asociaciones y expertos del sector turístico vienen pidiendo una reconversión en la que no prime tanto la alfuencia de turistas para recibir sus ingresos, sino la calidad del turista que llega con un poder adquisitivo más alto, aunque sea en menor número.