Ámsterdam en 3 días

Aquí te proponemos una ruta para visitar Ámsterdam en 3 días. Qué ver y qué hacer en Ámsterdam, la capital de Holanda, en la que destacan museos, edificios arquitectónicos y los divertidos coffee-shops.
Amsterdam. Foto de: ONT Holanda
Amsterdam. Foto de: ONT Holanda

Amsterdam posee un número ingente de museos, iglesias y edificios arquitectónicos de interés, pero su verdadera esencia se encuentra en los canales, los puentes y los siempre divertidos coffee-shops. Quizá 3 días se nos queden pequeños para hacernos con esta ciudad.

Primer día en Ámsterdam

Comencemos nuestro periplo por Ámsterdam en 3 días en uno de los puentes más antiguos de la ciudad, Torensluis, construida en lugar de una compuerta del siglo XVII, en sus cimientos esconde un calabozo. A penas cruzando la calle está la Magna Plaza, un edifico neogótico que alberga ahora el primer centro comercial de la ciudad. En la calle paralela está el Nieuwe Kerk, la iglesia donde se coronaba a los monarcas holandeses desde 1814. Al final de esta calle, se encuentra el Museo Nacional, para los que tengan mucho tiempo libre. En la calle paralela a la anterior, la Paleisstraat, están el Madame Tussads Scenarama, una especie de sucursal estrambótica del museo de cera de Londres; y el Palacio Koninklijk, construido en el siglo XVII como ayuntamiento y fue la residencia oficial de Luís Napoleón.

Para los que vienen con ganas de nadar, al final de la calle Nieuwezijds Voorburgwal, hacia abajo, están el Museo de Historia de Amsterdam y el barrio Begijnhof, fundado por una congregación católica, pero laica de mujeres que vivían como monjas. Y cinco calles paralelas, más allá, está la calle Nes, la de los teatros, donde precisamente está el primer banco de Amsterdam. Esta zona es bastante peligrosa de noche así que no recomendamos frecuentarla al caer el sol. Esta calle hacia arriba se convierte en la Warmoesstraat, lindando con el Barrio Rojo y allí encontraremos el Museo Amstelkring, muy interesante con su pequeña iglesia católica oculta a la Alteración protestante. Y siguiendo la calle un poco más, está la Iglesia de San Nicolás, el patrón de los marineros.

Los canales de Amsterdam. Foto de: ONT Holanda
Los canales de Amsterdam. Foto de: ONT Holanda

Prácticamente al lado del Museo Amstelkring está el monumento más antiguo de la ciudad, la primera parroquia de Ámsterdam: Oude kerk, una impresionantísima basílica gótica. Después hay que cruzar el canal y seguir calle abajo por la margen derecha del siguiente canal, hasta encontrar el Museo de la Marihuana, único en Europa… y un poco más allá, la Agnietenkapel, del siglo XV. Una vez crucemos este nuevo canal, subamos un poco por la calle paralela. Pasaremos frente a Oostindisch Huis, la que fuera sede de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, para continuar unos metros más: el mismísimo Barrio Rojo. De día es muy divertido, pero de noche se vuelve un tanto peligroso y desde luego, no se recomienda ir con niños. Un poco más arriba, por esa misma calle, está la puerta más antigua de Amsterdam (Waag, 1488), que domina la plaza de Nieuwmarkt, flanqueada en un extremo por el Geldersekade, el barrio chino de la ciudad.

Siguiendo hacia abajo la calle Kloveniersburgwal, pasaremos junto a la Trippenhuis, una mansión clásica que ahora alberga la Academia Holandesa; y un poco más abajo, en la siguiente manzana, Zuiderkerk, la primera iglesia calvinista de la ciudad. Después tomaremos la calle perpendicular y después del edificio Pintohuis, casa del portugués Isaac de Pinto, subiendo por la calle Oudeschans, hasta Montelbaanstoren. Esta torre formó parte de las fortificaciones medievales de Amsterdam, era el lugar de reunión de los marineros de VOC que tantas veces reflejó Rembrandt en sus trabajos. Actualmente alberga las oficinas de la Compañía Suministradora de Aguas.

Una calle típica del centro. Foto de: ONT Holanda
Una calle típica del centro. Foto de: ONT Holanda

Después hay que volver a bajar la misma calle y cruzar un pequeño puente para llegar a la calle Jodenbreestraat y seguir hasta su paralela donde, para los amantes de la pintura, está el Museo de Rembrandt. Una calle más abajo está el Waterlooplein, la gran plaza del mercado en el corazón del barrio judío, actualmente acoge The Holland Experience 3D Movie Theater, un espectáculo multimedia de 30 minutos sobre el país. Al norte de la plaza hay un mercadillo que parece ser uno de los mejores de la ciudad. Por esa misma calle, dos manzanas más adelante está el Museo Judío de Historia compuesto por cuatro sinagogas construidas por los judíos askenazíes en los siglos XVII y XVIII. A unos pocos metros está también la sinagoga porteguesa-israelí. Contiene el Arca de la Alizana mirando hacia Israel mientras el púlpito lo hace al lado opuesto. Aquí termina nuestra primera jornada, en un barrio tranquilo para cenar y bien comunicado por el transporte público, si alguien quiere ir a otro sitio.

Segundo día en Ámsterdam

La segunda jornada de nuestros tres días en Ámsterdam la comenzaremos en el anillo oeste. Empezamos en Noordermarkt, en la calle Prinsengracht, junto al canal. En esa plaza está Noorderkerk, la primera iglesia de la ciudad con planta de cruz griega. En la plaza hay mercadillo los lunes y los sábados por la mañana. Calle abajo, en Westerstraat está el Museo de la Pianola para mitómanos y melómanos.

Bajando esa misma calle, en la esquina con Egelantiersdwarsstrat está Claes Claeszhofje, un encantador grupo de hofjes muy característico. Un hofjes es algo parecido a un patio comunal alrededor del cual se construyen casitas y edificios. Dos calles (paralelas) más abajo se puede continuar el paseo por el Jordaan, una red de estrechas callecillas y canales arbolados que resultan muy agradables, por ejemplo, Egelantiersgracht, que se excavó en el siglo XVII.

Una calle típica. Foto de: ONT Holanda
Una calle típica. Foto de: ONT Holanda

En el canal paralelo, la calle Bloemgracht, donde se pueden ver unas casitas de los más pintorescos, ya que fue el centro de la manufactura de pintura y tinte durante el siglo XVII. Después cruzaremos el canal donde se encuentra el embarcadero ara llegar a la iglesia Westerkerk, tiene la torre más alta de Amsterdam y la nave más larga de las iglesias protestantes de Holanda. Se dice que Reambrandt está enterrado aquí, aunque no se ha encontrado su tumba… hay que subir a la torre para hacer buenas panorámicas. En la manzana de la derecha, está el famosísimo Museo de Ana Frank. No es muy largo, aunque sí es un poco caro (8€, con carnet joven, 4€), pero merece la pena. No nos llevará mucho tiempo, resulta interesante y está especialmente indicado para visitar con niños, porque está lleno de maquetas y juegos con los que se lo pasarán estupendamente.

Después hay que subir un poco para poder cruzar el canal por los puentes hasta llegar a la calle Herengracht, en la que torcemos a la derecha, es decir, hacia abajo para visitar el Theatermuseum, dos edificios que albergan vestidos, decorados, objetos de atrezo y el visitante puede jugar con los efectos de sonido e incluso generar una tormenta… otro lugar ideal para niños.

Ambiente festivo en los canales. Foto de: ONT Holanda
Ambiente festivo en los canales. Foto de: ONT Holanda

A continuación, bajaremos toda la calle Herengracht, al menos cuatro manzanas más. Allí está el Museo Bijbels, de artículos bíblicos por lo que queda para los que estén interesados en este tema. Los demás continuamos un poco más abajo hasta el embarcadero, donde está la Curva Dorada, conocida así por las mansiones que la rodean desde el siglo XVII. En la contraesquina, en la calle Leidstraat, está el que fuera el edificio comercial más grande de Amsterdam, ahora alberga los almacenes Metz & co. Maravillosos, pero carísimos. Así que el entrar o no es decisión particular, no obstante no podemos detenernos mucho tiempo, porque hay que continuar nuestro camino calle abajo. Una vez cruzado el puente, al otro lado de la manzana hay un edificio bastante bonito, el Leidsegracht y tras el segundo puente, está el Palacio de Justicia, el antiguo orfanato de la ciudad. El edificio merece una visita aunque sea rápida.

Sigamos calle abajo hasta la plaza Leidseplein, la más animada de Amsterdam, donde está el teatro municipal, Stadsschouwburg, un magnífico edificio renacentista y en la otra esquina está el Hotel Americano… la expresión del Art Nouveau a la holandesa. Es desde donde el Ajax recibe a la afición. La primera calle a la derecha nos lleva a De Melkweg (La Vía Láctea), un sitio ideal para intelectuales y aficionados al cine, la fotografía, el teatro… en esta zona haremos un alto para comer. Cualquier sitio es bueno.

El barrio rojo. Foto de: ONT Holanda
El barrio rojo. Foto de: ONT Holanda

El plan de la tarde será aún más tranquilo. Hay que cruzar el Singelgracht por el puente y seguimos la calle Stadhouderskade hacia el este hasta el embarcadero. En esa manzana está el Rijksmuseum, cuya colección de arte holandés no tiene parangón. No obstante, es uno de esos museos que, para los amantes del arte, merecen una visita pormenorizada, es decir, hay que dedicarle al menso un día entero. Nosotros, nos conformaremos con admirar el edificio por fuera. Crucemos la calle Hobbemastraat para ver la fábrica de diamantes más antigua de la ciudad, Coster Diamonds, y advierto de que las piezas que se realizan en los talleres se pueden comprar en la propia tienda. Y no es nada barato…

Por la calle Paulus Potterstraat hacia abajo hay otros dos museos, el de Van Gogh y el Stedelijk, que recoge la colección de Sophia Bruyn. Caminemos hasta el siguiente cruce de calles. La calle que cruza es 1e Constantijn Huygensstraat Van Baerklestraat. Dos manzanas a la izquierda está el Concertgebouw, un edificio neoclásico holandés que actualmente todo tipo de acontecimientos culturales. Mientras que si giramos hacia la derecha llegaremos al Vondelpark, un enorme parque de estilo inglés con multitud de plantas y animales, en verano se celebran conciertos al aire libre. A su derecha está la Vondelkerk una iglesia que ahora se utiliza como oficinas desde 1985; y el Nederlands Filmmuseum, un impresionante museo del cine decorado estilo art nouveau, donde terminamos la jornada. Hay que salir del parque para cenar a precio razonable.

Tres días en Ámsterdam

La última jornada la dedicaremos, igualmente, a pasear por la ciudad y a las compras. Comencemos por el noreste de la ciudad. En la plaza Kattenburgerplein está el Nederlands Scheepvaartmuseum, un edificio de arenisca sujeto por 18.000 pilotes hundidos en el lecho del Oosterdok que alberga el Museo Naval Nacional, otro museo que encanta a los peques de la casa. Después sigamos el canal Nieuwevaart hasta el segundo puente, donde se encuentra el Molino de Gooyer o Funenmolen, el más céntrico de los seis molinos que quedan en la ciudad. No da más que para un par de fotos, pero es gracioso. Ahora continuaremos por la calle Sarphatistraat hasta el Muiderpoort, la puerta por la que entró Napoleón a la ciudad en 1811.

En la siguiente esquina hay que girar a la derecha y cruzar el puente para llegar al parque Artis, donde están el Acuario, el Planetario, el Museo Geológico y el zoológico más antiguo de los Países Bajos. En la parte norte del parque, hay una zona ideal para hacer un alto y tomar un café en una terraza junto al muelle, en la zona que se conoce como Entrepotdok.

Terrazas en primavera. Foto de: ONT Holanda
Terrazas en primavera. Foto de: ONT Holanda

A la salida del parque, por la calle Plantage Kerklaan encontraremos el Verzetsmuseum, el Museo de la Resistencia holandesa durante la II Guerra Mundial, pero puede resultar largo para visitar en sólo 3 días. Y, por si alguien tiene especial interés en este tipo de cosas, en esa misma manzana pero en la fachada del otro lado, está el De Burcht, el Museo del movimiento sindicalista holandés.

Por la calle Plantage Middenlaan, pasaremos frente al Hollandsche Schouwburg, un antiguo teatro que hoy es un monumento a los judíos holandeses deportados durante la guerra. Al final está el Jardín Botánico y es ahí donde tenemos que girar a la izquierda y seguir toda esa calle hasta el Hermitage Amsterdam, una extensión del Hermitage de San Petersburgo. Desde aquí hay que seguir el río Amstel en dirección sur para alcanzar el Koninklijk Theatrer Carré, un teatro muy concurrido sobre todo en Navidad; y las Amstelsluizen, las esclusas de madera que siguen el curso del río Amstel.

Prácticamente en frente está el Magere Brug o puente angosto, el puente más famoso de la ciudad. El puente que hay a la derecha y que también cruza el río Amstel, es el Blauwbrug, el puente azul inspirado en el puente de Alejandro III de París. Sigamos camino por la calle Heren, en esa manzana está el Museo Willet-Holthuysen, una muestra de la riqueza y opulencia en la que vivían los mercaderes a lo largo del Grachtengordel. En la siguiente manzana hay que girar a la derecha y subir hasta la placita Rembrandt. Un lugar perfecto para pararse a comer. Originalmente era conocido como Boetermarkt, el mercado de la mantequilla y está presidida por la estatua de Rembrandt. Además es uno de los centros neurálgicos de la vida nocturna.

La zona nueva. Foto de: ONT Holanda
La zona nueva. Foto de: ONT Holanda

En la calle paralela por arriba pasaremos por delante del teatro Tuschinski, que actualmente es un cine, pero su fachada mezcla de art déco y Escuela de Amsterdam sigue maravillando al turista. Y continuamos un poco más hasta Munttoren, en la esquina. Se trata de la Torre de la Moneda, formaba parte de una puerta de la antigua muralla de la ciudad. Estamos justo al lado del mercado de flores, Bloemenmarkt, por si alguien quiere comprar unos bulbos de tulipán a buen precio.

Bajemos ahora por la calle Vijzelstraat unas cuatro manzanas, pasaremos frene al museo Gemeentearchief Amsterdam, un monumental edificio del siglo XIX, alberga los archivos municipales. Y dos manzanas más abajo, está el Museo van Loon, que fue parte de la casa de la familia. Si alguien tiene interés podemos detenernos a verlo porque ya estamos terminando la visita.

Amsterdam. Foto de: ONT Holanda
Amsterdam. Foto de: ONT Holanda

Después hay que girar a la izquierda en la calle Prinzen y cruzar el pequeño canal, para llegar a la Amstelkerk, construida como una iglesia temporal, también sirve para conciertos. Desde aquí bajaremos paseando, calle abajo por la Reguliers Gracht, hasta llegar al Singelgracht y cruzarlo por el puente de la derecha. Estamos en la plaza Marie Heineken, en lo que se conoce como la Heineken Experience, la cervecería donde podemos hacer una visita a la fábrica y después disfrutar de la cerveza sin límite de tiempo. Porque aquí termina la visita. Alrededor de esta zona hay muchas tiendas y muy cerca está el mercado Albert Cuypmarkt donde se pueden hacer las compras necesarias.

La visita no ortodoxa

Como todo el mundo sabe, Amsterdam es una ciudad permisiva y llena de diversiones fuertes. Si uno busca experiencias distintas, no puede dejar de probar un caffee shop de esos que venden Space cake y en los que fumar y disfrutar. Pero hay algo más, por ejemplo algunos de los museos más increíbles del mundo, como el del Sexo, el de la Marihuana o la Experiencia Heineken. Os recomendaría que lo hicierais con medida, pero… es Amsterdam.

EXCURSIONES RECOMENDADAS

Haarlem. Es famosa por ser la capital de la imprenta y por su producción de bulbos. Todo se desarrolla alrededor de Grote Kerk, que es la Iglesia que debemos tomar como referencia para conocer la ciudad.
Los campos de bulbos. Están entre Haarlem y Leiden. Se conocen como Bloembollenstreek y se extiende a lo largo de unos 30 Km. donde se encuentra la principal producción de bulbos del país: azafrán, tulipán, lila… se puede ir en coche, en bici o en tren.
Leiden. La fundación de esta ciudad se remonta a los romanes, pero ahora es más conocida por ser una ciudad universitaria, la más antigua y prestigiosa de los Países Bajos. Además es la ciudad natal de Rembrandt.
La Haya. Como es la capital política del país tiene muchos edificios institucionales que merecen un visita, como el Parlamento o el Tribunal Internacional de Justicia.
Delf. La ciudad de la cerámica azul y blanca que no es Talavera. Allí está enterrado Guillermo de Orange y fue la cuna de Juan Vermeer. A lo largo de sus canales arbolados se extienden preciosas mansiones góticas y renacentistas.
Utrech. También fue construida por los romanos y quedan vestigios de ello. Durante la Edad Media fue un importante centro religioso por lo que ha dejado hermosas iglesias y monasterios. Actualmente es un inmenso enclave comercial.

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