Visitar una ciudad nunca es igual si se hace desde los ojos de un turista. A veces, ver nuestra propia ciudad con esos ojos del recién llegado, nos ayuda a conocerla mejor e incluso a descubrir nuevas facetas que para nosotros eran desconocidas. Por eso hemos seleccionado las 5 cosas que más atraen a los turistas, cuando visitan la ciudad de Barcelona y os las contamos para que descubráis o redescubráis una de las ciudades más interesantes del mundo.
Parque Güell
¿Cómo vas a ir a Barcelona y no ver nada de Gaudí? Es cierto, hace buen tiempo y no te apetece meterte dentro de un edificio a que te cuenten un rollo. ¡Estás de vacaciones! Si vas en grupo alguno se aburre. Si hay niños, te dan ganas de llamar a Herodes… lo mejor es ir al Parque Güell. Es un parque público (aunque ahora ya cobran la entrada), puedes dejar que los niños corran o correr tú mismo, tomar algo, sentarte, hacer fotos… y conocer a Gaudí en estado puro.
Abierto al público en 1.926, fusiona perfectamente entorno con arte, y está concebido, al igual que otras obras de Gaudí, como una obra de arte total. Fusiona arquitectura, pintura, escultura… como una unidad creativa artística muy difícil de ver en obras de otros arquitectos. Como un capítulo de Los Simpsoms, tiene varias lecturas: políticas, religiosas, artísticas, místicas, entroncadas con el arte clásico, históricas o filosóficas. Un paseo para todos, que es capaz de gustar a un grupo de hipster, a una familia o a una excursión de jubilados. Nunca defrauda.
Puedes llegar en transporte público, con los autobuses H6, 24, 32 o con el turístico. O en metro, en las paradas Lessps o Vallcarca y luego caminar un poquito.
Fórmula 1
Actualmente la única prueba de Fórmula 1 que se disputa en España se corre en Barcelona. Deporte de alto nivel, adrenalina, velocidad, y porqué no decirlo, también merchandising, se funden en un fin de semana. Diversión para VIP, amigos con sombrilla y tartera, entendidos o aficionados… para todos los públicos. Lo único de lo que no puedes olvidarte es de los tapones. ¿Vestirás de rojo cavallino rampante o azul marino Red Bull? Los entrenamientos libres comienzan el viernes y el domingo se corre la carrera. Si tu entrada es de pelouse (sentarte en el césped, donde lo hay) no olvides llegar pronto para coger sitio.
Y si quieres sentirte el amo de las carreras, puedes alquilar un coche deportivo para rodar en el circuito, fuera de las fechas de carreras. ¡Incluso puedes alquilar un F1 y sentirte como Fernando Alonso!
El circuito se encuentra a 20 kilómetros de la ciudad. Puedes llegar por tren, desde Cataluña Sants, Paseo de Gracia o Clot. Los billetes se compran en las mismas estaciones (eso sí, viajad con tiempo porque los horarios del transporte público catalán son cualquier cosa menos puntuales). Otra opción es el autobús. Distintas compañías ofrecen el servicio no sólo desde Barcelona, si no desde muchos puntos de España. ¡Compra con tiempo para no quedarte sin plaza! En la web del circuito te informan de los autobuses desde la ciudad de Barcelona, pero no lo hacen con mucha antelación. Y si no, siempre quedará el taxi.
Gastronomía
El Mediterráneo, el Atlántico, la llanura, la huerta y la montaña producen una variedad de alimentos que se encuentran en pocos lugares más del mundo. Clásicos como el pan con tomate, raciones de pescado, fideguás, arroces… todo es posible en una ciudad donde comer no es una rutina fisiológica, sino un medio para socializar, conocer gente y hacer negocios.
La oferta es muy variada. Puedes elegir desde 3 estrellas Michelín (acompañadas de una segunda hipoteca cuando llegue la cuenta) hasta la clásica tasca Pepe, que si sabes buscar, serán mejor en todos los sentidos. Como en todas las ciudades turísticas, suele ser conveniente que te salgas de las calles principales frecuentadas por guiris. Desconfía de los restaurantes cuyos clientes visten calcetines blancos con sandalias, tienen la piel acangrejada o son una horda siguiendo un paragüas. Puedes buscar opiniones de los restaurantes por internet, y sobre todo, guíate por tus sentidos. Sobre todo por el del olfato. Suele acompañar al del gusto.
Y si quieres nuestra recomendación personal: el Cucut Biz & Bar. En el barrio de Hostafrancs, justo detrás del mercado. Un restaurante de los de toda la vida, con comida típica, fresca, de calidad… pero de calidad de verdad y de los que no son caros porque lo más importante no es el dinero, donde cuidan el producto y al cliente y, sobre todo, donde se fusiona la buena comida tradicional española con ese toque cosmopolita y moderno del siglo XXI. Es nuestra recomendación para comer bien y pasarlo mejor. Y si no conoces Barcelona, es además una gran opción para recibir recomendaciones de todo tipo para disfrutar de la ciudad con los 5 sentidos, porque sus dueños, Rafa y Carlos, son unos auténticos expertos en el tema.
Es como ellos mismos dicen, un lugar donde pasar buenos momentos.
Pueblo español – pabellón Mies Van der Rohe
Ahora te propongo una ruta cortita. Empezamos en la Plaza de España, desde la que puedes llegar en tren (R5, R6, R50 y R60) o metro (L1, L3, L8, S4, S8, S33).
Recorremos la Avenida Reina María Cristina, con la Biblioteca del Museo de Arte al fondo. Al llegar a la Fuente Mágica, en la Plaza, ya podemos ver a la derecha el pabellón que proyectó el arquitecto alemán Ludwig Mies van der Rohe para la Exposición Universal del 1.929, representando a su país. Una obra de arte bastante desconocida que no suele estar en los circuitos turísticos tradicionales. Reconstruido en los 80, está abierto al público. Merece la pena llegar al final del pabellón hasta el estanque trasero para ver la estatua. Quizá te sorprendan las sillas, cuyo modelo se exhibe constantemente en televisión. Da un aire un tanto moderno a cualquier estancia y sí, has acertado, tienen 85 años de existencia y su diseño sigue plenamente vigente.
A 300 metros del pabellón, por la avenida de Francesc Ferrer i Guardia, se encuentra el Pueblo Español de Barcelona. Fue ideado por el arquitecto Josep Puig i Cadafalch también para la exposición universal de 1.929. Eran otros tiempos, cuando la fuerza residía en la cooperación y la solidaridad. Ahora queda como ejemplo de colaboración. Es una reconstrucción de 117 calles, edificios y plazas de todos los rincones de España. Alberga Museos con obras de arte de Miró y Dalí, y una interesante colección de Picasso. También alberga locales de ocio (no sé porqué los llaman así, como si un museo no fuera ocio). Tienes para elegir desde bares y restaurantes hasta discotecas. Dinamita pura.
Flamenco
¿Flamenco en Barcelona? Sí, así es. Al turista coreano no le expliques si aquí se baila la sardana o la jota. Esto es España y en España se baila flamenco. Así que la oferta se ha adecuado a la demanda. Como debe ser. Tienes todo tipo de locales, tanto en calidad y purismo del espectáculo como en precio. Por lo general la calidad es buena, que academias de flamenco hay por todo el mundo y enseguida se nota a un advenedizo. Muchos locales ofrecen cenas a base de tapas (en realidad, raciones), o directamente a la carta. Cuidado con los vinos, eso sí, porque los precios pueden ser desorbitados.
