Esta novela de la editorial Chiado, es un tesoro para los amantes de la fantasía y de la ciencia ficción. Si hay algo especialmente reseñable en este, como en el resto de trabajos de Rafael Pérez Ahmed, el autor, es lo fácil que resulta leerlo. Entretenido y ameno hasta la última página. Incluso la sorpresa del poemario que incluye.
La reliquia del fin del mundo nos sumerge en una parte histórica magistralmente traída al relato y muy ilustrativa, por cierto. Nuestro protagonista, Josué, vivirá una serie de divertidas e intensas aventuras de la mano de Jean-Paul, que es quien le empuja a iniciar esa búsqueda que constituye el hilo conductor de la novela. Una búsqueda que acabará convirtiéndose en el propio camino de autoconocimiento que hará a nuestro protagonista descubrir y experimentar cosas que jamás habría imaginado.
Todo comienza una mañana con un extraño incendio que lo cambia todo. A raíz de ahí, la visita, que le hará un encargo especial y ya todo se desencadena sin encontrar la forma de pararlo, llevando al protagonista a toda velocidad a vivir esta aventura ajena, como si fuera propia, a través de mitos, leyendas, historias y tradiciones que se irán mezclando para dar cuerpo al viaje en sí. De una manera que nos hará parte protagonista al mismo tiempo, especialmente cuando sea el lector el que tenga que decidir qué es lo real y qué no, jugando con el doble sentido, entre lo obvio y lo sutil.
Esta trepidante aventura, será deliciosa tanto para el lector experimentado como para el más novato o esporádico, puesto que enganchará a ambos por igual y los llevará a toda velocidad a descubrir el desenlace de este viaje tan particular y tan recomendable.