En los hoteles pasan muchas cosas. Es lógico si tenemos en cuenta que son lugares de paso que aglutinan a cientos de personas a lo largo de días y meses. Cada huésped tiene su idiosincrasia y por eso se suelen producir escenas hilarantes (otras, trágicas). José Aguilar ha recogido en su libro Historias, hoteles y humor (Autoeditado, 2020) variadas anécdotas que han tenido diferentes alojamientos como escenario en todo el mundo. Según el autor, una parte de la recaudación del libro se destinará a la lucha contra el Covid-19.
Aguilar ha trabajado en el sector turístico casi toda su vida, sobre todo en establecimientos de la cadena Meliá Hotels. Y ello le ha permitido ser testigo (y creemos que protagonista) de varias de las curiosidades y anécdotas que cuenta en su libro.
EL denominador común de todas ellas son las personas, porque en definitiva, la vida en un hotel y en cualquier negocio turístico, depende de las personas. De quienes usan sus servicios y de quienes les atienden. Por eso el turismo es un sector tan intensivo en mano de obra y uno de los grandes creadores de empleo de la economía mundial. Pero las personas también tienen sus “cosas”: clientes quisquillosos, aprovechados, buena gente… El lector encontrará de todo en Historias, hoteles y humor. También empleados con mucho aguante e ingenio, como el que “convierte” una rata en ardilla.
El libro de Aguilar sirve como desengrasante de los días difíciles o de los momentos aburridos. Podemos abrirlo por cualquier lugar y encontraremos una anécdota hotelera que nos sacará una leve o gran sonrisa. Con eso, ya vale.