Viajar siempre es algo mágico, sea el destino que sea. Un viaje es en sí, y por definición, una experiencia mágica que enriquece y hace feliz al que viaja. Pero es que hay lugares cuyas características los convierten en profundamente especiales. En este libro se recogen algunos, no todos, de los lugares más interesantes y que, por alguna razón, se podrían considerar mágicos, quizá porque el simple hecho de visitarlos nos hace sentir de una manera extraña, misteriosa, deliciosa.
Además, Europa es el continente donde la ocupación humana ha modificado más y con más empeño el paisaje, de manera que muchos templos donde se adoraba en un principio a los dioses de la antigüedad, en muchos casos por razones que responden a razones energéticas, cementerios, donde los muertos emprendían el camino hacía la vida eterna, posteriormente fueron transformados en iglesias, catedrales y monasterios de la mano de un cristianismo que se extendió por todo el territorio a mucha velocidad. De esta forma, adoptaron esos centros energéticos como suyos y los asimilaron a nuevas costumbres, creencias y ritos.
Este libro recoge con mimo muchos de esos lugares y nos lleva de viaje a través del tiempo desde la prehistoria hasta zonas que todavía se están construyendo en la actualidad, como un símbolo de que ese sentimiento sigue vivo en nosotros. Visitar estos lugares significa hacerse partícipe de esa experiencia y de ese sentimiento tan mágico que hace que sean únicos.