La legión templaria (Editorial Bóveda, 2017) es una de las mejores novelas de Christofer Paul, quien es además uno de los mayores expertos en el mundo de los templarios, como ha demostrado en la mayoría de los libros que ha escrito. El teniente coronel retirado John “Doc” Holliday tendrá que renunciar a una estupenda oferta de trabajo en la Academia Militar de Alabama y a la oportunidad de escribir su ansiado libro sobre la Guerra de Secesión para seguir los pasos de Julian de la Roche-Guillaume, un monje cisterciense y… templario.
Será su amigo arqueólogo, Rafi, quien le arrastre a vivir esta apasionante aventura cuando le confiese que acaba de realizar un descubrimiento sorprendente en Etiopía: la propia tumba de este monje erudito quien había tenido acceso a los manuscritos de la biblioteca de Alejandría durante las cruzadas. Más aún, fue uno de los monjes que debieron acudir a evaluar los manuscritos, cuando Saladino se lo encomendó a los templarios tras la caída de Jerusalén. Una oportunidad que no podía desaprovechar.
Lo cierto es que la idea no entusiasma a Holliday excesivamente en un principio, en parte debido a la inestabilidad política de la zona, pero seguirle la pista a un tesoro legendario es algo a lo que no puede resistirse. Tanto más cuanto que el enigma del pasado que se plantea es evidente que sólo puede ser resuelto por la mente más preclara y esa es la suya. Eso por no hablar de las innumerables pruebas que deberá superar si quiere sobrevivir y llegar sano y salvo para encontrar ese tesoro que es ya su único objetivo.
Un serie de aventuras encadenadas, siguiendo un exquisito hilo conductor que corre paralelo a la Historia y que hace un repaso muy acertado a episodios del pasado más lejano y más reciente, que serán sin duda una delicia para los amantes de los relatos bien escritos, así como de las novelas históricas de primer orden.